martes, 17 de septiembre de 2013

Arte

Celanova turística

Este municipio ourensano, es cuna de gallegos ilustres como San Rosendo, Curros Enríquez, Celso Emilio Ferreiro, o Castor Elices. Tres estatuas de Buciños, Asorey y Acisclo Manzano los recuerdan a lo largo del casco urbano. Podemos iniciar la visita en la parte antigua de la villa donde se encuentra el monasterio benedictino de San Salvador, que constituye uno de los mejores ejemplares del barroco gallego. Su iglesia abacial se inició en el siglo XVI bajo la dirección de Melchor de Velasco. En la segunda mitad del siglo XVII se inicia la renovación de la fábrica monacal por la fachada de la iglesia. Al fondo, la dieciochesca torre de los Abades. De todo este conjunto destaca el retablo mayor con relieves de alabastro policromado en el basamento. El coro, de 66 sitiales, relata las vidas de San Benito y San Rosendo. La sillería alta ojival- flamígera de fines del siglo XV posee curiosas misericordias. Tiene dos claustros, el de las Procesiones, con piso bajo tardogótico (1550-1590), y el piso alto diseñado por el monje fray Plácido Iglesias, una de las obras maestras del barroco decorativo dieciochesco. El claustro nuevo terminado en 1722, es jónico. En el jardín se ubica la capilla de San Miguel, verdadera joya del arte mozárabe, que constituye el único vestigio de la época de su fundador. Al finalizar esta visita es recomendable un paseo por el casco antiguo, recorriendo las calles de Arriba, de Abaixo, de la Botica y A Praza do Millo, de fuerte sabor popular

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